Educación en nuestros días: Prohibido mirar hacia atrás.
Fausto Eduardo Mercado Espinosa
¡Lo que nos faltaba! Infortunadamente, una crisis sanitaria que removiera estructuras, acelerara procesos, rompiera paradigmas, sacara del marasmo a miles de educadores, alumnos, padres de familia y los pusiera de frente a una realidad en la que tienen prohibido voltear hacia atrás; so pena de que aquel que se atreva, corre el riesgo de perder el paso y…caer, sin asidero firme que le permita levantarse, e inexorablemente ser rebasado por aquellos que sin miedo van siempre a la cabeza, acelerando y aumentando el ritmo cada vez más, en esa carrera de resistencia en lo que se ha convertido la educación.
Una institución social, que se encontraba agazapada; aferrada a prácticas y formas tradicionales; por ejemplo el pizarrón y la tiza; cuentan los historiadores que en 1840 un profesor escocés llamado James Pillans, utilizó por primera vez un pizarrón como instrumento didáctico para que entendieran mejor sus alumnos; han transcurrido ya casi dos siglos y aunque la práctica sigue ahí: tal vez estemos atestiguando los últimos días del idílico romance entre los docentes del siglo pasado con este instrumento, aunque ahora lo podamos encontrar disfrazado de pizarra digital: whiteboard, jamboard… y es que todo aquello que nos permite: mostrar, ejemplificar, modelar, tal vez ya no sea necesario…¡Qué! ¿Estaré blasfemando en contra de la ortodoxia pedagógica?
No lo creo, por estos días, he observado un pintarrón en un aula vacía que ya nadie utiliza; con polvo acumulado y vestigios de marcador rojo en una de las esquinas en la que todavía se alcanza a medio leer una fecha, que escribió con buena letra, algún profesor: marzo del 2019.
Como nos deja entrever el ejemplo, sin duda estamos migrando, sin tiempo siquiera para borrar esa fecha, a nuevas formas de educar, donde el centro del proceso ahora es el alumno; protagonista, autogestivo, multitarea, intuitivo, proactivo, curioso, crítico… no debemos permitirle que volteé hacia atrás, ni convertirnos en obstáculos en su carrera; que no se nos ocurra pedirle, una vez que lo tengamos de regreso en el aula… que pase al pizarrón; pues seguramente, el alumno estará desarrollando una aplicación desde su dispositivo para proyectar una imagen virtual en tercera dimensión del modelo que pretendes que dibuje.